El pago móvil no es precisamente una novedad. Llevamos años hablando y conociendo herramientas que nos permiten realizar pagos usando nuestro teléfono móvil como posible sustituto de las tarjetas de crédito tradicionales.
Eso sí, en la práctica, al menos en España, pocos son los usuarios que realmente han dado el paso de realizar pagos con el móvil debido a muchas trabas: falta de equipamiento en los comercios, falta de tecnología necesaria en los terminales, y, sobre todo, desconfianza en los métodos de seguridad existentes. Pero todo eso parece que está a punto de cambiar.
NFC, el gran protagonista de los pagos móviles
Uno de los precursores de este avance es el sistema NFC (Near Field Communication en inglés), un protocolo de comunicación de corto alcance. Este sistema hace de enlace entre dos dispositivos (un teléfono y un TPV) para que establezcan una comunicación mutua rápida, por ejemplo, mediante conexión Bluetooth e intercambien datos.
La principal virtud de este sistema es la seguridad, al necesitar una corta distancia es más fiable y es difícil de interceptar y usarlo con fines maliciosos. Esta tecnología ha sido desde hace años la abanderada de los pagos móviles.
Problemas de uso en los pagos móviles tradicionales
La mayor traba que se ha encontrado la tecnología NFC para ser el estándar y referencia en cuanto a pagos móviles es la incompatibilidad de la mayoría de TPV en tiendas y el desconcierto en cuanto a sistemas o métodos de pago por software.
Las aplicaciones que usan NFC para realizar pagos necesitan usar carteras de tarjetas de crédito virtuales, pero existe una gran multitud de aplicaciones, entidades, empresas y fabricantes intentando implantar sus sistemas.
Esto hace imposible que todos los TPV puedan ser compatibles con todas estas aplicaciones y, a la vez, el consumidor acaba un tanto “mareado y perdido” con la dificultad que le supone registrar tarjetas de crédito virtuales y usarlas en comercios tradicionales.
Sacar una tarjeta de crédito del bolsillo y pagar con ella sigue resultando una opción mucho más cómoda para un gran porcentaje de usuarios. Esto es definitivo para muchos usuarios que no quieren complicarse a la hora de realizar pagos.
Una nueva vuelta de tuerca al concepto de pagos móviles para el futuro
Las grandes empresas del sector móvil, empeñadas en estandarizar el uso de pagos móviles, comienzan a “mover ficha” y lanzar soluciones universalizadas y efectivas para los usuarios de las plataformas más populares. Sus acuerdos con las empresas y grandes marcas les intentan dar el impulso que le ha faltado a este método de pago años atrás.
Apple ya anunció su sistema Apple Pay, un método de pago que puede usarse tanto en tiendas físicas gracias a la tecnología NFC en TPVs adaptados a este tipo de transacciones, como dentro de las propias aplicaciones.
Apple Pay garantiza la seguridad de la transacción gracias al uso del lector de huellas integrado en sus terminales, y es exclusivo de los dispositivos de Apple, lo que da un toque de exclusividad al sistema.
Google, por su parte, confía en Android Pay, un sistema prácticamente similar a Apple Pay, pero que extiende su uso a todos los terminales compatibles con el sistema Android 4.4 o superior. No se limita a unos cuantos modelos como en el caso de Apple.
Pero sin duda la sorpresa del año en cuanto a pagos móviles la ha dado Samsung con su sistema Samsung Pay. Samsung Pay también usa la tecnología NFC como punto de partida, pero tiene un “as bajo la manga”, el uso de MST.
MST (Magnetic Secure Transmission en inglés) es una tecnología que genera campos magnéticos variables cada poco tiempo, esto hace que sus impulsos puedan ser recibidos por un lector de tarjetas magnético tradicional, con un alcance de hasta 7,5 cm. El campo electromagnético desaparecerá rápidamente tras realizar el pago y solo aparecerá cuando el usuario inicie la transmisión.
En otras palabras: Samsung Pay permite realizar pagos móviles con prácticamente todos los TPV existentes en cualquier comercio y país de forma muy segura. Es algo que no tiene competencia actualmente y hace realmente cómodo pagar usando el móvil. De momento solo se encuentra disponible en sus modelos Samsung Galaxy S6 en adelante.
De momento ninguno de estos sistemas de Apple, Google y Samsung puede usarse en España, pero en cuestión de meses estarán disponibles. Suponemos que todos estos avances terminarán por convencer a la mayoría de usuarios y el pago móvil acabará imponiéndose en un futuro no muy lejano. Es importante que todos los protagonistas implicados sepan ponerse de acuerdo y jugar sus cartas correctamente para que el usuario sepa sentirse cómodo y seguro usando este tipo de tecnologías.
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